Según informó Luis Pica Mico, miembro de la comisión ejecutiva de CC OO de la ONCE en la comarca, esta medida no generará ni un solo empleo directo o indirecto y "pone en serio riesgo los puestos de trabajo de más de cien empleados de la entidad en toda la comarca".
En la actualidad, según datos obrantes en poder de CC OO, el número de empleados de la ONCE en la comarca se sitúa en 142 trabajadores, contando a los 36 vendedores integrados en la Administración de Novelda que serán despedidos el 31 de julio ante el cierre de la administración.
El sindicato precisa que el nuevo reglamento del cupón de la ONCE "quiebra el carácter social de la entidad", que desde el pasado 1 de julio puede ponerse a la venta a través de estancos, gasolineras, quiscos de prensa o establecimientos de hostelería y restauración, entre otros, lo que se denomina como Canal Físico Complementario -CFC-.
La Agencia Administrativa comarcal situada en Elda es la encargada de gestionar a todos los empleados de la comarca del Vinalopó, empleados divididos entre administradores y vendedores directos del cupón en quioscos. Elda cuenta con 48 empleados, de los cuales cuatro de ellos son empleados administrativos, dos gestores comerciales y otros dos trabajan en cuestiones de gerencia en la agencia. En cuanto a Petrer, sitúa sus empleados en 20, tras él se encuentra Villena con 19, Monóvar y Sax con 6, Pinoso con 4 y Biar que cuenta con 3 vendedores .
La central sindical señala que la dirección de la ONCE ha justificado esta decisión ante sus vendedores asegurando que el posicionamiento en el futuro mercado de juego global es "una estrategia necesaria ocupando el nicho de mercado antes de que otros competidores lo hagan" , unido a la delicada situación económica de pérdidas de la corporación.
Asimismo, la entidad aseguraba que "en ningún caso los CFC venderían el cupón de la ONCE, que quedaba reservado al personal vendedor". Estas explicaciones dadas por la dirección a la representación de CC OO y al conjunto de trabajadores quedan en "falsas" con la nueva normativa, ya que los Canales Físicos Complementarios podrán comercializar el cupón tradicional, cuya venta era exclusiva de los vendedores de la plantilla de la ONCE, "vendedores que recaudan el 96,5% del total de ventas de la entidad", según declara la organización sindical.
De la misma manera, los sindicatos denuncian que la política de dirección pone en peligro un 30 por ciento de las ventas del personal vendedor. "Más del 30% de la venta del producto del cupón "prociegos" esta soportada en los ECOVEs, por lo que la pretensión empresarial pone en peligro ventas próximas a los 600 millones de euros en toda España, con la consiguiente hipoteca de la seguridad económica y del empleo del personal vendedor", afirma Comisiones Obreras.
Para Antonio Martínez Pérez, miembro de la sección sindical intercentros de CC OO en el País Valencià, esta medida estaría "desprendiendo los principios de igualdad sin que el Gobierno ejerza su control de legalidad sobre una entidad en la que se manejan recursos públicos, mediante concesiones de juego y cuantiosas subvenciones. Una realidad que parece no ser apreciada por la entidad corporativa".
En los últimos años la ONCE ha cerrado ocho agencias en la provincia de Alicante. El pasado 2003 de las agencia de Crevillent, así como las clausuras en 2009 de San Vicente, Villena y Monóvar y el cierre el próximo 31 de julio de las agencias de Novelda y de Almoradí, marca la situación de inestabilidad de la entidad y de los trabajadores. Algunos de los empleados administrativos han sido reubicados en puestos, mientras que otros, según el sindicato, se han visto evocados a la mendicidad o "obligados" aceptar contratos a tiempo parcial con un 30% menos de salario que el resto de los vendedores. En esta línea el sindicato critica que "todos los nuevos trabajadores de la ONCE ingresan en la actualidad bajo el denominado "contrato junior", con una base salarial del 70 por ciento durante los tres primeros años" y , apunta que la dirección de la ONCE exige a los vendedores de cupones para que sus contratos sean renovados, "una productividad inalcanzable", poniendo en peligro la integración laboral y social de las personas ciegas y discapacitadas.
El sindicato denuncia que lo que la ONCE "parece perseguir con esta medida es la desvinculación del cupón con sus vendedores tradicionales, personas ciegas y con otras discapacidades". Según destacó Pica, miembro de CC OO, con esta "complicada política comercial", estos trabajadores "podrían quedarse en el paro a corto/medio plazo y pasar a depender económicamente de las prestaciones públicas, como muchos trabajadores están ya".