HUESCA.- Trabajadores de la ONCE y representantes de Servicios a la Ciudadanía de CCOO-Huesca se concentraron al mediodía de ayer en las puertas de la sede que dicha entidad social tiene en la plaza de Concepción Arenal para rechazar el cierre, el próximo 1 de marzo, de la Agencia Administrativa de Teruel y manifestar su apoyo y solidaridad con los empleados de la misma. Entre los manifestantes estaba Roberto Abenia, de CCOO ONCE-Aragón, quien declaró que el caso de Teruel "está enmarcado en una política estatal de cierre de centros", y añadió que, con este cierre, "el riesgo que ya vimos en noviembre de que la Agencia de Huesca estuviese amenazada por el cierre, este riesgo, lo tenemos inminente, y se acrecienta la sensación de que lo siguiente que se va a hacer va a ser cerrar la agencia de la ONCE en Huesca".
Por su parte, Carmen Luque Torres, presidenta del Comité de Empresa de la ONCE en Huesca, hizo pública la resolución en la que este órgano de representación sindical denuncia que el cierre de la Agencia turolense supone "dejar sin presencia institucional a la entidad en toda la provincia de Teruel", y afirma que dadas las características de la provincia del Bajo Aragón, con poca población y muy dispersa y unas comunicaciones mejorables, "la distancia que van a tener que recorrer los trabajadores y trabajadoras, afiliados y afiliadas a la ONCE, para poder acceder a sus servicios es de no menos de 180 kilómetros desde la capital bajo aragonesa". Además, se añade en dicha resolución, "la desafección de la ciudadanía con la entidad, que ve cómo la ONCE deja huérfana y sin presencia física una provincia que ha sido víctima de una muy mala política comercial y gestión empresarial".
El comité, así mismo, ha pedido a la Dirección General de la ONCE que se replantee el cierre de las oficinas de Teruel, ya que la medida aprobada supone "una actuación anti-social, además de lesiva para los derechos de los ciudadanos, trabajadores y afiliados a la entidad en esta provincia".
Roberto Abenia, por su parte, explicó que en Teruel hay 36 trabajadores y 150 afiliados a la ONCE y en Huesca, 65 trabajadores y unos 150 afiliados, y afirmó, por otro lado, que "también se han cerrado quioscos y se han levantado quioscos de la vía pública, lo cual nos parece, desde el punto de vista sindical y de prevención de riesgos, una barbaridad, porque es abocar a la gente que estaba en unas condiciones más adecuadas en prestación del trabajo, a estar en la calle, con la que está cayendo, con el frío, con la nieve, y en provincias como Huesca donde los inviernos se caracterizan por ser bastante duros. En Huesca han levantado ya quioscos en varios pueblos e incluso en Huesca ciudad se está diciendo que van a cerrar alguno de los que hay en estos momentos que hay algún trabajador en situación de incapacidad temporal, y se puede encontrar, como nos ha pasado en Zaragoza, con que venga a trabajar y vea que su quiosco ha desaparecido".
Los participantes en la concentración realizada ayer en Huesca portaban una pancarta en la que se leía esta reivindicación: "Para recuperar la dignidad y los derechos en la ONCE: Sí a la contratación de personas ciegas; No a la "doble escala salarial"; No a la supresión de quioscos; No al cierre de centros".
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