jueves, 14 de enero de 2010

UN IMPLANTE DE CÉLULAS MADRE LOGRA CURAR UNA CEGUERA PARCIAL

El paciente recupera la visión en un ojo lesionado hace 15 años

Un hombre que padecía ceguera parcial, después de que le salpicase amoniaco en un ojo durante un ataque perpetrado hace 15 años, ha recuperado la visión tras recibir un tratamiento pionero a base de células madre. Russell Turnbull, de 38 años, sufrió graves daños en su ojo derecho cuando se encontró enmedio de una refriega al regresar a casa una madrugada en la ciudad inglesa de Newcastle en 1994. De camino en el autobús, Turnbull trató de intermediar en una pelea entre dos hombres, pero resultó herido cuando uno de ellos roció a los pasajeros con amoniaco.

El producto químico le quemó la córnea, la membrana transparente que recubre la parte frontal del ojo, y destruyó las células madre que mantienen sana la córnea. «Sentí un dolor insoportable, me quemó el ojo cerrado», relata Turnbull. «Pasé dos semanas hospitalizado, hasta que pude abrir de nuevo el ojo. Fue como mirar a través de un cristal acrílico rayado».

A Turnbull le quedó una «deficiencia límbica de células madre» (LSCD por sus siglas en inglés), una condición que perjudica seriamente a la vista, además de sentir dolor cada vez que parpadeaba o veía una luz muy fuerte. En un tratamiento experimental diseñado por varios médicos en el North East England Stem Cell Institute (Instituto de CélulasMadre del Noreste de Inglaterra), en Newcastle, se le extrajeron células madre a Turnbull de su ojo sano y se cultivaron en una capa de tejido amniótico, que suele utilizarse como apósito para las quemaduras. El servicio sanitario británico (el NHS) dispone de un banco de bolsas amnióticas donadas por mujeres que han dado a luz mediante cesárea.

Una vez que las células cubrieron la membrana, se implantó un fragmento del tamaño de un sello en el ojo dañado del Sr. Turnbull. Dos meses más tarde, la membrana se había desprendido, tras aportar a su ojo dañado un suministro de células madre sanas, que se encargaron de reparar la córnea.

Las pruebas oculares que se le realizaron a los seis meses de la operación demostraron que la visión de Turnbull era tan buena como antes de haber sufrido el ataque. «Después del accidente sentí una rabia enorme durante mucho tiempo. Perdí el trabajo a causa de mi visión y ya no pude volver a practicar esquí acuático, deporte que se me daba bastante bien.

El accidente me arruinó la vida y atravesé una época muy difícil», aseguró Turnbull. «El dolor y las molestias mejoraron casi de inmediato, y al cabo de un mes más o menos comencé a recuperar la visión. Antes sólo veía las letras más grandes de los gráficos de los oculistas, pero ahora distingo hasta las de la fila inferior», añadió. El equipo médico, dirigido por Majlinda Lako y Francisco Figueiredo, ha tratado a otros siete pacientes que también padecían deficiencia límbica de células madre en un ojo.

Algunos de los pacientes recuperaron la totalidad de su visión, mientras que otros, que padecían daños de mayor gravedad, experimentaron únicamente una mejora de su capacidad visual. El estudio se ha publicado en la revista estadounidense Stem Cells, una publicación de referencia en el campo de las células madre. Sajjad Ahmad, miembro del equipo, afirmó que se tratará a otros 25 pacientes antes de enviar los resultados al Instituto Británico para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE por sus siglas en inglés), que podría aprobar el uso de este procedimiento por parte del servicio sanitario británico a partir del próximo año.

Un ensayo similar en España

En el campo de la terapia celular, existen diferentes estudios o experimentos que se han puesto en marcha para tratar la ceguera y otras patologías oculares. El pasado mes de noviembre, la compañía Advanced Cell Technology anunciaba un proyecto para tratar un tipo de ceguera con células madre embrionarias. A su vez, investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney (Australia), señalaban recientemente el haber restaurado las córneas dañadas de tres personas con lentes de contacto impregnadas con célulasmadrede los propios pacientes.

«El problema principal es que se trata de casos aislados. Los casos en ciencia son sólo anécdotas. La dificultad está en demostrar la utilidad de las células madre dentro de un ensayo clínico», sañala Damián García-Olmo, responsable de la Unidad de Terapia Celular del Hospital Universitario de La Paz, enMadrid. En España se están llevando a cabo múltiples ensayos clínicos con células madre adultas, casi todos ellos en fase II [la que verdaderamente muestra la eficacia de un tratamiento es la fase III], para tratar diferentes patologías. Uno de ellos es el que lidera Margarita Calonge Cano, del Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada de Valladolid. Su grupo investiga casos de insuficiencia límbica corneal utilizando células madre del limbo escleral (la zona situada entre la córnea y la esclerótica).

Sin embargo, el trabajo más avanzado en nuestro país es el que lidera García-Olmo, un estudio en fase III, del que todavía no se conocen los resultados, que tiene como objetivo principal tratar las fístulas perianales con células madre procedentes de la grasa del propio paciente.

Diario "El Mundo" 23/12/09

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