El largo periodo de caótica y errática política comercial de la ONCE, que no fue corregido en su momento por el Director General mediante un cambio en su equipo de planificación, ha hecho “crisis” a partir del pasado 2 de enero, impulsada por la crisis económica general, pero no como consecuencia de ella.
Durante años la Dirección General ha venido justificando la pérdida de clientela, de ventas, de competitividad y de cuota de mercado, en que era una tendencia negativa que afectaba también al sector del juego y a nuestro competidor directo, Loterías y Apuestas del Estado LAE, lo que es sencillamente falso.
Lo cierto es que en los últimos diez años, el mercado del juego ha crecido en un 36,61%, las ventas del LAE en un 50,17% y las de la ONCE han descendido en un -8,25%.
Lo cierto es que a partir del 2 de enero pasado, las ventas acumuladas de productos ONCE, en el primer trimestre, han descendido en un -14,64% (78 millones de euros menos) respecto al año anterior: un -14,21% el Diario, un -17,50% el Cuponazo, un -11,92% el de Fin de Semana, un -21,13% el extra del Día del Padre, un -40,08% el Juego Activo 7/39 y un -38,07% la Lotería Instantánea del Rasca.
Esto supone que finalizaremos el año con caída de ventas muy superiores al -10%, vendiendo 300 millones menos, a expensas de ver cómo afecta a la red tradicional el inicio de las ventas por canales físicos complementarios (gasolineras, estancos, quioscos de prensa, etc.) a partir del 1 de mayo.
El Director General, D. Ángel Ricardo Sánchez Cánovas, es el responsable directo de este desaguisado. Aunque el Consejo General, que lo nombró y le mantiene, debe explicar porqué no actúa, ante una situación que es ya crítica, que pone en peligro la estabilidad del empleo y de la propia ONCE.
SSI CCOO ONCE ESTATAL
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